Es imposible aseverar que los mundos por los que viaje el ser humano a través de la escritura automática existan de verdad, sean ciertos, como tampoco se puede asegurar que al escribir estés viajando a otra vida o contactando con una entidad espiritual. Sin embargo, tampoco podemos estar seguros de que todo sea una invención. Ambas ideas son ciertas e inciertas a la vez como si de un gato encerrado en un caja ideada por Schrödinger se tratara.
La práctica de la escritura automática ha sido poco analizada. Sin embargo, es una excelente herramienta para contactar con nuestro subconsciente y éste, a su vez, quizá tenga capacidad para llevarnos a realidades que nuestro consciente no puede o no quiere admitir.
En cualquier caso, nada de malo hay en conocer mejor nuestro mundo mágico, nuestra dimensión más incomprensible y por tanto, nada de malo hay en experimentar con lo paranormal con el fin de autoconocerse.
En este trabajo de Ramón López Pérez titulado “El ensueño”, Ramón utilizó el ejercicio de escritura automática y viajó hacia mundos que nunca ha visitado físicamente, conociendo a una tribu aborigen australiana. Sorprendentemente, podrás encontrar en el libro costumbres y ejercicios espirituales así como reflexiones sobre la naturaleza y el ser humano, sorprendentes.