Hace muchos años vi una película que se titulaba “El regreso de los muertos vivientes”. Me pasé toda la película corriendo de un pasillo porque eso es lo que hago cuando un peli me da miedo. Mi hermano mayor se reía de mis paseos. Después de pasar tanto miedo, resulta que al final de la película dice que está basada en hechos reales. Yo me quedé alucinada pensando qué parte de esa loca historia era realmente basada en hechos reales. ¡Una película que relata un holocausto zombi!
En esta película se explica por primera vez, por qué los zombis atacan a los vivos y es que es la primera y única vez en la que cogen a una zombie y le preguntan y ésta por fin explica (sí sí, la zombi habla en la película) que siente un hambre irrefrenable y que necesita comer cerebros porque no pueden soportar el sufrimiento si no comen algo vivo.
A partir de esa película ya no nos sorprende que los zombies coman humanos y en especial sus cerebros y también a partir de ese momento, los antiguos zombies tales como la momia estranguladora o los resucitados zulúes pierden su poder aterrador y abren paso a la última generación que hoy conocemos: los walking dead.
Mi chico es un amante de las películas zombies y gracias a él he visto miles de versiones de ellos: zombies lentos, zombies que corren, zombies vampiro que no soportan la luz y que Will Smith trata de vacunar, zombies cachondos que van a la carnicería y se hinchan de cerebro de cordero, novias zombies que son vegetarianas y hasta vi una película que se llama “Los zombies paletos” que va de unos paletos de la américa profunda que cogen un barril de una sustancia tóxica verde y lo utilizan para destilar wiski y la lían buena.
Hay que reconocer que The walking dead ha sido revolucionaria. Es la primera vez que se llevan el terror zombie a formato de serie (que yo sepa), planteando un holocausto muy interesante donde al final los humanos dan más miedo que los zombies… y es que siempre es así… los humanos siempre dan más miedo…. Una gran serie, yo me los he visto todos. He dejado de soñar que mataba zombies gracias a Dios y eso me ha permitido seguir viéndola.
Pues bien…. ¿qué es lo que hacen los zombies todo el tiempo? Comer muertos desenfrenadamente y de eso es de lo que vamos a hablar hoy.
Sospecho que pensarás que de lo que quiero hablar es de si comer carne o no y no, no es de eso de lo que te quiero hablar… pero ya que estamos, hablemos del veganismo.
Si has escuchado alguna vez mis podcast anteriores, sabrás que yo tiro más para el verde que para el alimento que corre o vuela. Es más, me siento muy agradecida con las personas que deciden dejar de comer carne y usar cualquier producto que tenga origen animal para respetar a los animales. Creo que en el fondo son actos de amor valiosos para este planeta y personalmente tengo tendencias veganas porque cada día me parece más terrible lo que se hace con los poyuelos que desechan por no ser hembras y los arrojan con apenas días a unos cubos para ser triturados vivos. El otro día, alguien me contó que coincidió con un matarife de una conocida empresa cárnica y había matado 7000 pavos para esta navidad en una sola noche. ¡Siete mil pavos! Y sólo en un matadero de este país ¿cuántos pavos más habrán muerto en estas fechas? Yo no sé tú pero yo pienso que si el ser humano tiene alma, el pavo también, así que esa noche y en ese lugar mataron 7000 almas, ni más ni menos.
Cuando entras en una carnicería apenas ves animales muertos. Sólo ves filetes, patas, cosas así pero cuando vas al mercado de abastos y te encuentras con 10 puestos llenos de pescado con las bocas abiertas donde ves la agonía con la que trataban de respirar el agua que les faltaba, a mí se me parte el corazón. Sobre todo cuando compras animales pequeños por quilos ¿cuántas gambas, mejillones, almejas o chanquetes cabrán en un kilo? ¿Cuántas almas de una sentada?
Yo no pienso igual que el vegano. No creo que el ser humano, por el hecho de comer carne, sea una persona mala. ¿Acaso considerarías malo a un león, a una pantera o a un gato que caza un ratoncillo y te lo pone a los pies como regalo? No, la perversión no está en el hecho de comer carne. Aunque sí está en el hecho de cómo nos la comemos y es que no necesitamos comer carne todos los días ni de esa manera tan abundante.
Sabrás que hay una eterna discusión sobre si el ser humano está hecho o no para comer carne (que si tiene colmillos, que si tiene un intestino largo de herbívoro…) Hace un par de años, la Universidad de Granada que, será humilde y no le llegará a los pies a Yale pero tiene una vocación investigadora impresionante… el caso es que publicaron un estudio que habían elaborado para saber qué comía el ser humano más antiguo de la Península basándose en las pequeñas pistas que los restos humanos de esos antiguos carvernícolas nos dejaron. Descubrieron que comían tejones, pequeños roedores… cosas así.
Yo tengo una teoría pero no sé si estoy equivocada. Muchas veces lo pienso con mis gatos. Y es que a nuestras mascotas le damos esos piensos y esos productos cárnicos que contienen restos de lo que se desecha en los mataderos y pienso que enfermamos a nuestras mascotas con esos alimentos porque, un gato no está hecho para comerse una vaca, ni un cerdo, ni un buey ni creo que pueda comerse un atún. Un gato come lo que puede cazar. Por eso creo que no deberíamos comer animales más grandes que nosotros. Si te fijas no nos gusta la vaca, nos gusta la ternera, los animalitos cachorros que sí podríamos matar con nuestras manos.
La carne de hoy en día es origen de numerosas enfermedades y entre las más conocidas, la de la gota por acumulación de ácido úrico.
Pero no te creas que por ser vegano salvas a los animales… me temo que te voy a dar una mala noticia. Imagina que todos nos volviéramos veganos. Entonces, tendríamos que sembrar más grano. ¿Sabes cuánto bosque va perdiendo terreno en favor que los campos de cultivo? Y, lamentablemente, un labrador no quiere topos en su campo, ni conejos ni roedores que se coman su cosecha y todos esos animalitos que vivían allí se quedan sin sitio y sin comida.
Hace unos meses viajé a Sabiote, un pueblo precioso de Jaén con gente encantadora que tiene un castillo. Si algún día vas allí no dejes de visitar el castillo de Sabiote. Tiene dos cosas que merece la pena: un guía con un desparpajo y simpatía que merece contratar y unas vistas de todo Jaén impresionantes. El guía nos contó que hace unos cincuenta años las vistas de Jaén no eran igual que ahora, llena de olivos, sino que había otros cultivos y terrenos vírgenes.
¿Has visto un campo de olivos alguna vez? Una poetisa granadina llamada Ayes Tortosa que personalmente conozco y me encanta, se refería a los olivos de Jaén como soldados de una sola pierna. Es una metáfora preciosa y muy clara porque los montes de Jaén parecen cabelleras peinadas con los olivos colocados en fila. ¿Has visto lo que hay entre olivo y olivo? No hay nada, tierra seca y roja. Algunos árboles impiden el crecimiento de las plantas de su alrededor para monopolizar todo el alimento. Desconozco si los olivos hacen eso pero todo apunta a que los labradores no son los responsables.
Donde escasean las plantas, escasean muuuuchos animales herbívoros y con ellos, sus depredadores.
Y si todos comiéramos productos ecológicos…. También sería tremendo para los animales. La normativa europea (y eso lo sé porque he trabajado en el sector) exige que los campos de cultivo ecológicos no tengan cerca una carretera. Si todos comiéramos ecológico, los cultivadores de estos productos tendrían que adentrarse por terrenos vírgenes para extender sus explotaciones… que somos muchos. Nuevamente estaríamos provocando la muerte de los animales…
Además tenemos la manía de comer los pocos alimentos que la industria decide que comamos cuando hay cientos de especies silvestres que podrían ser alimento abundante y que, no sólo no comemos sino que poco a poco reducimos las que por costumbre hemos comido siempre.
Resulta que está prohibido recoger especies del campo pero cada vez hay menos campos. ¿No sería mejor cultivar menos y recolectar más? Muchas plantas se reproducen por sus raíces. Recolectar sus hojas no hace daño a la integridad de la especie y existen muchas especies de las que sólo necesitamos las hojas y un par de huevos y ya tenemos una comida donde no muere nadie, al menos directamente.
Pero todo esto partiendo del hecho de que los vegetales no sufren….
Si eso es lo que piensas, te comentaré un estudio que se hizo una vez con la planta del tabaco.
Como habrás oído alguna vez, el tabaco, cuando se ve amenazado por una oruga que resulta ser su plaga, emite una sustancia que atrae a las avispas que se comen esa oruga. Una vez, se sometió a unas plantas de tabaco al sonido de una oruga masticando y emitieron esa sustancia.
Las plantas se avisan unas a otras cuando son devoradas. El gordolobo es increíble. Cuando un grupo de gordolobos son atacados por una plaga, uno de ellos se sacrifica por los demás. Emite una sustancia que atrae a la plaga y ésta se come a esa planta única pero a la vez que los atrae los envenena salvando a las demás. ¿Realmente piensas que las plantas no tienen alma? Yo diría que también.
Con esto quiero decir que lo único seguro que, desde la nutrición, permite colaborar con la creación de un mundo mejor, es dejar de comer como bestias… y por ahí quería yo ir realmente, por la idea de que deberíamos intentar no ser zombies, es decir no comer desesperadamente sin medida, como locos, no sucumbir a las estrategias de los fabricantes para comer sin freno y sin descanso. ¿no te ha pasado que estabas harto de comer y luego has seguido comiendo por puro vicio? Pues ése es el momento de pensar en los pobres 7000 pavos que han matado este año.
Sólo hay dos formas de no convertirte en un walking dead de la comida. Una de ellas es tomando los alimentos más simples posibles. Cuanto más simples, más sacian. Cuanto menos procesados, menos nublan tu voluntad: granos integrales, cocinados suaves, proteínas simples, combinando las vegetales con las animales, incluyendo alimentos interesantes como las algas, vegetales crudos, frutas… cuantas más cosas naturales y menos guarrería de bolsa, menos zombie de la comida eres.
Y la otra forma de no convertirse en un walking es metiendo conciencia pero nunca culpa porque no creo que un humano deba sentirse culpable por comerse a un animal como tampoco lo hace un león o un tiburón y eso no los convierte en malos. Pero sí hay que ser consciente de la forma en que estamos ciegos ante la barbarie de montones de animales que matamos de un soplo.
Degusta, no devores.
Saborea, no engullas
Sé comedido y no te comas todo lo que te vendan… Come con cerebro, a fin de cuentas, en eso si tenemos cierta ventaja con respecto al resto de seres del planeta y esa ventaja conlleva, como diría el tío de spíderman, una gran responsabilidad.
Actúa conforme a tu conciencia, si te haces vegano, yo te aplaudo y si no, ¿quién soy yo para criticar a nadie? Pero eso sí… intenta no ser un walking dead, no te comas todo lo que te vendan sólo porque no puedes resistirte. Tu cuerpo, al igual que este planeta, merece un respeto y te lo digo desde mis errores pero también te lo digo desde mi corazón sensible con todas las almas no humanas que comparten el planeta con nosotros.